Durante la charla, el actor dejó clara su fascinación por los superhéroes, especialmente por Batman, quien fue su favorito durante la infancia. “Batman era mío. Yo era un niño de Batman. Batman era mi superhéroe cuando crecía”, afirmó. Pero lo más llamativo llegó cuando se le preguntó si preferiría interpretar al Caballero Oscuro o al Joker. Tras bromear sobre una idea en la que podría dar vida a ambos personajes, Skarsgård confesó: “Creo que tengo un Joker muy f**ing guay dentro de mí, probablemente, en algún lugar. Creo que sería bastante alucinante.*”
Aunque aún no está confirmado si el Joker aparecerá en esta película, la posibilidad de que Skarsgård se sume al proyecto despierta el interés de los fans.
Mientras tanto, Barry Keoghan, quien dio vida a una breve versión del Joker en The Batman de Matt Reeves, podría regresar en la secuela, aunque los rumores apuntan a que no será hasta 2027 cuando se confirme su participación.
Además, Skarsgård podría ser la clave para darle un aire fresco al villano, diferenciándose de interpretaciones recientes como la de Barry Keoghan o la versión más introspectiva de Joaquin Phoenix. Con su enfoque único y su evidente pasión por los cómics, su versión del Joker promete ser una mezcla intrigante de terror psicológico y carisma, ideal para el DCU en expansión.
Por ahora, los fans pueden disfrutar del talento del actor en Nosferatu, donde vuelve a demostrar por qué es una de las caras más prometedoras del cine contemporáneo.