En su última temporada, el showrunner de The Boys explora cómo la serie imita a la vida, y viceversa, con una mezcla punk, realidad y ficción
Mientras The Boys se aproxima al rodaje de su quinta y última temporada, las fronteras entre su mundo satírico y la realidad tangible parecen haberse desvanecido. Eric Kripke, junto a la estrella de la serie Antony Starr (Homelander), profundiza en cómo este fenómeno ha influido en la producción durante una reciente entrevista con Variety.
Desde sus inicios, The Boys se propuso como una serie disruptiva, una mezcla explosiva de humor negro y crítica social encapsulada en la figura de superhéroes que, bajo su brillo, ocultan una naturaleza autoritaria y violenta. “No comenzamos con la intención de que la serie reflejara la realidad tan precisamente,” comenta Kripke. Sin embargo, el desarrollo global de eventos recientes parece sacado de uno de sus guiones: “De repente, el mundo comenzó a parecerse más a nuestro show. Esto nos ha convertido en uno de los programas más relevantes en la televisión actual.”
La promesa del punk rock en la televisión
Lo que comenzó como una adaptación de un cómic ha evolucionado en un espejo crítico de nuestra sociedad. Esta reflexión llevó al equipo a sentir tanto una obligación como una oportunidad. “Decidimos que si íbamos a hacer una serie actual, deberíamos permitirle ser una sátira de la realidad lo más posible,” afirma Kripke. Esta visión ha guiado creativamente a la serie durante sus cuatro temporadas anteriores y promete hacerlo en la quinta.
Simultáneamente, en una charla con Collider, Kripke expresa su preocupación por mantener la esencia rebelde que caracteriza a The Boys. “Vivir con el terror de convertirme en aquello que hemos satirizado durante cinco años es algo que me lleva a ser extremadamente cauteloso en cuanto a cómo expandimos nuestro universo,” explica. El compromiso de no “venderse” mientras expande el universo de la serie es palpable: “Es punk rock, y duele especialmente cuando los punk rockers se venden.“
El inicio del final
La primera jornada de filmación ha dado inicio y Kripke no ha tardado en compartir detalles sobre el primer episodio de la temporada final a través de su Instagram. Bajo el título Fifteen Inches of Sheer Dynamite, el episodio promete ser tan explosivo como su nombre indica, escrito por Paul Grellong y dirigido por Phil Sgriccia.
Kripke concluye con un deseo simple pero profundo: “Solo quiero que la gente reconozca que, les guste o no, hemos mantenido un nivel consistente de calidad.” A medida que The Boys prepara su despedida, no solo promete mantener su calidad sino también seguir desafiando las expectativas y reflejando un mundo en constante cambio.
Un reflejo distorsionado de nuestro mundo
A medida que The Boys se acerca a su conclusión, el personaje de Patriota, interpretado magistralmente por Antony Starr, ha emergido como un símbolo poderoso de la corrupción inherente al poder absoluto. A lo largo de la serie, Homelander ha sido más que un simple villano; ha sido una lente a través de la cual se examina la influencia corrosiva de la fama y la autoridad. Su evolución de héroe a tirano es una metáfora visceral y aterradora de cómo los ideales pueden ser pervertidos en nombre de la ambición personal y el control mediático.
Comparando a Patriota con otros personajes icónicos de series similares, se destaca por su complejidad y brutal honestidad emocional. Mientras que personajes como Walter White de Breaking Bad se transformaron debido a circunstancias externas, Patriota representa la degradación moral interna exacerbada por un mundo que no solo le permite, sino que celebra su despotismo. Esta comparativa no solo resalta la habilidad de The Boys para presentar personajes multidimensionales, sino que también subraya su crítica a una sociedad que, a menudo, mira hacia otro lado mientras sus héroes caen en desgracia.