La trama se centrará en los orígenes de la Fuerza, un tema que apenas ha sido explorado en el canon oficial. Aunque el antiguo Universo Expandido tocó este período en la serie de cómics Dawn of the Jedi, esos contenidos quedaron fuera del canon tras la adquisición de Lucasfilm por Disney en 2012. Mangold busca distanciarse de estas historias para contar algo original, arraigado en los cimientos del actual universo de Star Wars.
El origen de los Jedi no solo es un misterio, sino un terreno fértil para nuevas narrativas, y Mangold está listo para explorarlo. Según sus palabras, la película tendrá lugar 25,000 años antes de los eventos principales de Star Wars, lo que le permitirá construir una historia sin las ataduras de la saga Skywalker o de los conflictos ya establecidos en la franquicia.
Mangold y su equipo de guionistas, incluido Beau Willimon (House of Cards), tienen la libertad de imaginar una galaxia muy, muy lejana en su etapa más primitiva. Esto no solo permitirá expandir el lore de Star Wars, sino que también dará a los fans una historia que puede redefinir lo que significa ser un Jedi.
El reto de reinventar la mitología
Aunque Mangold tiene la oportunidad de trabajar con una libertad sin precedentes, esto también implica un gran desafío: satisfacer las expectativas de una base de fans profundamente apasionada. Al elegir centrarse únicamente en elementos ya establecidos en el canon, evita las controversias de adaptar historias de Legends, pero también se enfrenta a la tarea de crear algo completamente fresco y a la vez fiel al espíritu de Star Wars.
Mientras James Mangold trabaja en el guion, los fans pueden soñar con una película que, como él mismo describe, será un “nuevo lienzo” para una galaxia que aún tiene mucho por ofrecer. Sin duda, Dawn of the Jedi podría convertirse en un punto de inflexión para la franquicia, llevando a los espectadores a un pasado tan lejano que redefine el futuro.