Las nuevas muñecas de Mattel en colaboración con la película Wicked han salido al mercado con un enlace pornográfico en su empaquetado
Un error que salió caro
La confusión no tardó en desatarse cuando una madre de Carolina del Sur, quien había comprado una de estas muñecas para su hija, descubrió el error después de que la niña accediera al sitio web. Ahora, esta madre encabeza una demanda colectiva contra Mattel, alegando “daños emocionales” para ella y su hija, además de criticar que la empresa no ofreciera reembolsos ni soluciones inmediatas.
“Las imágenes eran explícitas, mostrando contenido sexual explícito”, cita la demanda, que detalla la consternación de ambas al descubrir el error. “De haber sabido del defecto, no habría comprado el producto”.
Mattel responde al escándalo
En un intento por calmar las aguas, Mattel aseguró que las muñecas volverían al mercado con el empaque corregido, y afirmó que el problema “no afecta la calidad ni el valor del producto”. Sin embargo, la empresa se negó a comentar sobre la demanda en curso.
Éxito de ventas a pesar del caos
Aunque el escándalo podría haber perjudicado las ventas de la película, Wicked logró mantenerse fuerte en taquilla. En su debut recaudó 112 millones de dólares, acumulando hasta ahora 360 millones a nivel mundial durante la semana de Acción de Gracias. Este éxito sugiere que el incidente no afectó significativamente el entusiasmo por el largometraje.
¿Qué implica este incidente para Mattel?
Errores como este ponen en evidencia la importancia de revisar cada detalle en productos dirigidos a familias y niños. Para una compañía del tamaño de Mattel, asociar un producto infantil con contenido inapropiado no solo daña su reputación, sino que también plantea interrogantes sobre sus controles de calidad y atención al cliente.
El caso sigue su curso legal, pero deja una lección clara: la confianza de los consumidores, especialmente en productos infantiles, es un bien que debe protegerse a toda costa.
¿Coleccionarías estas muñecas?
Este incidente quedará, sin duda, como una anécdota memorable en la historia de Mattel, una compañía acostumbrada a marcar tendencias, pero que esta vez marcó titulares por razones muy distintas.