Pac-Man deja los clásicos laberintos para adentrarse en un desafiante mundo de plataformas y mazmorras
Un salto inesperado
El personaje ha recorrido un largo camino desde su debut en los arcades en 1980. Lo que comenzó como un juego simple y adictivo, donde el objetivo era éxito puro: comer, escapar de fantasmas y sobrevivir en un laberinto. Poco a poco, el personaje fue evolucionando, ganó ojos, brazos y piernas (y también a Ms. Pac-Man), convirtiéndose en una verdadera estrella del videojuego.
Ahora, con un diseño que homenajea sus raíces clásicas pero en versión modernizada, Bandai Namco lo rebautiza como Puck, un guiño a su nombre original Puckman en Japón. Y aunque en el pasado ha saltado a otros géneros como carreras en Ridge Racer o peleas en Super Smash Bros., Shadow Labyrinth es algo totalmente distinto: un desafío en 2D repleto de exploración, acción y mazmorras.
Una mezcla explosiva de estilos
La jugabilidad parece ser una mezcla bien pensada:
- Puck actúa como una guía en este nuevo mundo, recordando sus orígenes laberínticos y coleccionando puntos (o lo que parecen ser Power Pellets).
- The Swordsman, por su parte, maneja un espadón letal capaz de atacar a enemigos en todas las direcciones, en un estilo que podría rivalizar con Dead Cells o Salt and Sanctuary.
- La combinación entre ambos personajes es clave, ya que al final del teaser fusionan sus habilidades, revelando una versión aterradora y poderosa de Pac-Man con un diseño digno de los más oscuros cuentos de fantasía.
“Para sobrevivir en este laberinto, debes comer“, dicta el teaser al cerrar, dejando claro que la esencia del juego sigue viva, pero con un enfoque mucho más adulto y desafiante.
Un homenaje a los clásicos con un toque moderno
La influencia de juegos como Hollow Knight y Dead Cells es evidente: mazmorras interconectadas, enemigos letales, y un sistema de combate que premia la habilidad y la paciencia. Pero el encanto nostálgico de Pac-Man está presente en detalles sutiles, como el acto de comer enemigos y recoger elementos en el mapa.
Además, el apartado artístico del juego merece su propia mención. Lejos del laberinto de colores planos, las mazmorras de esta nueva entrega lucen oscuras, vibrantes y repletas de detalles, creando un ambiente que invita tanto a la exploración como a la supervivencia.
La combinación que nadie esperaba, pero que todos quieren jugar
La idea de guiar a The Swordsman a través de un laberinto infernal, con Pac-Man (Puck) a su lado, suena tan extraña como brillante. ¿Quién hubiera pensado que el simpático comecocos podría convertirse en un aliado imprescindible en un mundo lleno de peligros?
Más vivo que nunca
¿Estaremos ante un nuevo clásico? Todo apunta a que sí. Lo que está claro es que la franquicia no ha dicho su última palabra, y en 2024 nos espera su aventura más ambiciosa hasta la fecha.