Aunque en el material original Woodrue es conocido por sus experimentos en Pamela, aquí se introduce un matiz interesante: Pamela no es una víctima pasiva de sus manipulaciones, sino una científica brillante que entra en una relación romántica con él desde un principio. Sin embargo, lo que parecía un vínculo profesional entre colegas termina por volverse una pesadilla, ya que Woodrue intenta robarle el mérito de su trabajo y la humilla de manera brutal.
Este cambio es relevante porque le da a Poison Ivy un control activo sobre su destino. Ya no es una víctima ni una manipuladora, sino una mujer fuerte que toma decisiones cruciales para su supervivencia y, por supuesto, su empoderamiento. Este giro también elimina los estereotipos de género que en muchas historias anteriores la presentaban como una figura seductora o indefensa, y la convierte en una científica brillante que transforma el sufrimiento en una oportunidad de renacimiento.
Este cambio también resalta el tono más maduro y reflexivo que la serie ha adoptado en esta temporada, donde las historias de los personajes se sienten más personales y profundas. Lejos de ser una simple secuela de acción desenfrenada, Harley Quinn en su quinta temporada se dedica a explorar las complejidades de sus protagonistas, desde sus relaciones interpersonales hasta sus orígenes más oscuros.