David Evelyn, traductor de Kaiju No. 8, habla expone como la inteligencia artificial en la localización de manga está empujando a los traductores a trabajar por centavos
La inteligencia artificial está ganando terreno en el mundo de la traducción de manga, pero según David Evelyn, traductor oficial de Kaiju No. 8, su implementación no solo es deficiente, sino que también está reduciendo los ingresos de los trabajadores humanos. En una reciente entrevista con Gizmodo, Evelyn se unió a otros veteranos de la industria como Stephen Paul (One Piece, Vinland Saga) y Casey Loe (Spy x Family, Kill Blue) para discutir el impacto de la IA en la localización de manga.
La IA no está lista para reemplazar traductores
Los editores buscan soluciones como Novelous, una herramienta basada en IA que acelera la traducción de manga y novelas ligeras. Sin embargo, Evelyn no cree que la IA sea una amenaza inminente para los traductores, simplemente porque aún es ineficaz. “La traducción es mucho más que convertir el idioma A en el idioma B. No creo que la IA esté amenazando los empleos ahora mismo porque es totalmente inútil en lo que hace“, afirmó.
Uno de los mayores problemas es que la IA no puede captar la esencia de los personajes ni la coherencia narrativa. “No será capaz de crear voces únicas y consistentes para cada personaje, encontrar versiones entretenidas de los juegos de palabras o adaptar conceptos japoneses que podrían resultar confusos para el público internacional“, agregó Evelyn. Aun así, la tecnología está transformando la estructura de la industria.
Cómo la IA está afectando los salarios
La mayoría de los traductores de manga trabajan como freelancers, tomando varios proyectos al mismo tiempo. En el mejor de los casos, los capítulos semanales pagan entre 100 y 250 dólares, mientras que las publicaciones mensuales pueden llegar a los 1.000-1.700 dólares. Aun así, muchos encuentran imposible dedicarse a tiempo completo debido a los ingresos inconsistentes.
“Aunque los traductores estén apasionados por lo que hacen, no pueden trabajar gratis. Tenemos que comer, sin peros“, destacó Evelyn.
Con la IA, las editoriales han empezado a reducir costes haciendo que los humanos corrijan los errores de la IA en lugar de traducir desde cero, lo que abarata drásticamente el trabajo. “Las empresas de IA dicen que usarán editores humanos para revisar y corregir los fallos de la IA, pero eso requiere que alguien entienda todos los matices de cada línea en japonés y los reescriba adecuadamente en inglés, que es exactamente lo que ya hacen los traductores“, explicó Evelyn. “La diferencia es que ahora lo llaman revisión de IA y esperan que lo hagamos por centavos“.
Un sistema de trabajo insostenible
Aparte del problema de la IA, la localización de manga también enfrenta retos debido a sus plazos extremadamente cortos. Casey Loe explicó que, en muchos casos, los materiales en japonés llegan una semana antes de su publicación oficial, lo que obliga a traductores, editores y rotulistas a trabajar a contrarreloj.
“El manga llega apenas una semana antes de que se publique en línea“, dijo Loe. “En ese tiempo tiene que traducirse, editarse, rotularse, revisarse por varias personas y vete tú a saber qué más“.
Este margen de tiempo tan reducido, sumado al acoso en línea que reciben los traductores por errores menores, hace que el trabajo sea cada vez más estresante. Para Loe, una solución viable sería que los creadores entreguen el contenido con dos o tres semanas de antelación, permitiendo que la localización se haga con mayor calidad y organización.
Un futuro incierto para la traducción de manga
El uso de la inteligencia artificial en la traducción de manga plantea serios dilemas sobre la calidad del contenido y las condiciones laborales de los profesionales. Si bien la IA aún está lejos de igualar la capacidad de un traductor humano, su implementación en el sector ya está devaluando el trabajo y reduciendo los salarios.
La pregunta sigue en el aire: ¿seguirá la industria apostando por la calidad humana o se resignará a traducciones mecánicas que podrían afectar la experiencia del lector? Lo cierto es que, por ahora, la lucha de los traductores por condiciones justas está lejos de terminar.