Una broma en Star Trek: Lower Decks arregla un viejo problema de la franquicia
El motor warp y su impacto en la realidad de Star Trek
Desde sus inicios en los años 60, Star Trek buscó diferenciarse del resto de la ciencia ficción al intentar dotar a su tecnología de cierta base científica. Gene Roddenberry, su creador, trabajó con expertos para imaginar un sistema de propulsión que permitiera viajar más rápido que la luz sin violar las leyes de la física. Así nació el concepto del motor warp, una tecnología que no mueve la nave en sí, sino que deforma el espacio-tiempo alrededor de ella, permitiéndole avanzar sin restricciones teóricas.
El concepto no solo fue una solución creativa dentro de la serie, sino que incluso encontró eco en la ciencia real. En los años 90, el físico Miguel Alcubierre propuso su famoso motor de curvatura, basado en ecuaciones de Einstein, que teóricamente permitiría viajes superlumínicos mediante una burbuja de espacio-tiempo. Curiosamente, su teoría coincidía en gran parte con la forma en la que Star Trek había explicado el funcionamiento de los motores warp desde hacía décadas.
¿Un peligro para el universo?
Ante esta revelación, Starfleet impone restricciones en los viajes warp, estableciendo un límite de velocidad para minimizar el impacto ambiental. Sin embargo, este cambio tuvo un problema: fue completamente ignorado en las series posteriores. A pesar de que la premisa parecía ser un punto de inflexión importante, ni Star Trek: Deep Space Nine, ni Voyager, ni las películas volvieron a mencionar el tema.
Este abandono de la idea creó un gran agujero en la continuidad de Star Trek: si el motor warp era tan peligroso, ¿por qué nadie volvió a hablar de ello? La respuesta tardó 30 años en llegar, y lo hizo de la forma más inesperada.
Lower Decks resuelve el problema con una sola frase
Star Trek: Lower Decks, conocida por su tono cómico y su amor por los detalles más oscuros de la franquicia, decidió abordar este antiguo problema en la cuarta temporada. En el episodio Caves, los protagonistas se encuentran con los Vendorians, una especie capaz de cambiar de forma, introducida en Star Trek: The Animated Series. Durante una de sus pruebas éticas, el personaje Steve Levy suelta una revelación impactante:
“Vosotros falsificasteis los datos que decían que viajar a velocidad warp daña el subespacio.”
La solución es brillante porque no solo cierra un agujero argumental de décadas, sino que lo hace de forma ingeniosa y con el humor característico de Lower Decks. Además, refuerza la idea de que en Star Trek siempre puede haber una perspectiva diferente para cada historia.
El futuro más allá del motor warp
Aunque Lower Decks eliminó la preocupación por el daño al subespacio, Star Trek ha seguido explorando nuevas formas de propulsión más allá del motor warp. En Star Trek: Discovery, se introdujo el spore drive, un sistema basado en el “mycelial network” que permite el salto instantáneo a cualquier parte del universo.
Aunque la solución de Lower Decks al problema del subespacio fue un simple chiste, encaja perfectamente dentro de la lógica de la franquicia. Star Trek siempre ha tratado temas científicos y éticos con seriedad, pero también ha sabido corregir errores del pasado sin tomarse demasiado en serio. Esta es una de las razones por las que la saga sigue siendo tan querida por los fans: su capacidad de reinventarse sin perder su esencia.