Phil Spencer, el mandamás de Xbox, ha enfatizado que esta tecnología podría rescatar títulos antiguos que quedaron atrapados en hardware obsoleto. Pero no todo el mundo está convencido de que esta sea la panacea para la preservación digital
El primer paso de Xbox en la IA generativa
Spencer ha ido más allá en el vídeo de presentación, explicando que el modelo podría “aprender sobre juegos antiguos, incluso aquellos ligados a hardware específico, y hacerlos jugables en cualquier plataforma.” Según él, este avance permitiría conservar títulos sin depender de emulación ni de la disponibilidad de consolas retro.
¿Preservación o simple emulación?
El anuncio de Xbox ha generado reacciones encontradas. Para la empresa, Muse representa una evolución en la conservación de videojuegos, pero los expertos en archivística no ven la idea con tanto optimismo. Frank Cifaldi, fundador de la Video Game History Foundation, ha criticado duramente la propuesta: “Un modelo de IA podría observar y replicar la lógica de un juego, y eso podría ser útil en desarrollo. ¡Pero decir que esto es preservación es como decir que una fotocopia de una pintura es preservación del arte!”.
Por su parte, Phil Salvador, director de la biblioteca de la misma fundación, fue aún más tajante: “Decir que la IA generativa es una gran forma de preservar videojuegos es como decir que los espejismos son una gran fuente de agua.”
¿Un paso adelante o una distracción?
A pesar del entusiasmo de Phil Spencer, la realidad es que el uso de IA generativa en videojuegos sigue siendo un terreno incierto. No es la primera vez que una gran empresa intenta abordar la preservación de juegos con soluciones tecnológicas innovadoras, pero los resultados no siempre han sido los esperados. Nintendo, Sony y SEGA han recurrido a la emulación tradicional y al relanzamiento de títulos en plataformas modernas, un enfoque que, aunque limitado, ha demostrado ser más fiable que experimentos con IA.
¿El futuro de la preservación o una estrategia comercial?
Hasta ahora, Xbox ha probado Muse con Bleeding Edge, un juego de 2020 de Ninja Theory, estudio británico cercano a Microsoft Research en Cambridge. Aunque los vídeos promocionales muestran una versión generada por IA que se asemeja al título original, la verdadera capacidad de esta tecnología para recrear juegos completos aún está por demostrar.
Mientras la comunidad de archivistas se alarma y la industria sigue frenando iniciativas de conservación, Muse podría ser solo el primer paso de Xbox en un terreno todavía incierto. La IA generativa avanza a un ritmo imparable, pero ¿será realmente el salvavidas que los juegos clásicos necesitan o solo otra herramienta de marketing?