Mientras que Rocky IV tenía que enmendar los errores de su predecesora, Creed 4 parte desde una posición de éxito y estabilidad dentro de la franquicia
Si Rocky IV hubiese fallado, la franquicia podría haber terminado allí mismo. Pero la película apostó por un enfoque más grandilocuente, trayendo a Ivan Drago como el antagonista más icónico de la saga y convirtiéndose en un clásico de culto, aunque no exenta de polémica por su tono casi propagandístico.
Por otro lado, Creed III fue un rotundo éxito, consolidando a Michael B. Jordan no solo como actor, sino también como director. Esto significa que Creed 4 no tiene que “arreglar” nada, sino simplemente construir sobre una base ya sólida.
¿Qué falló en Rocky III?
Uno de los principales problemas de Rocky III fue que transformó la saga en una especie de “villano de la semana”, alejándose del tono realista y emotivo que hizo grande a la primera película.
En contraste, la saga Creed ha evitado caer en esa fórmula repetitiva, manteniendo un enfoque más personal en la evolución de Adonis, sus relaciones y sus conflictos internos. Esta es una de las razones por las que Creed 4 tiene todo a su favor para seguir funcionando sin agotar su propia fórmula.
Otro factor diferenciador es la evolución de los rivales en la saga. Rocky tenía enemigos emblemáticos como Apollo Creed o Ivan Drago, pero la saga Creed ha apostado por antagonistas con una mayor carga emocional. En Creed III, Damian Anderson no era solo un oponente, sino un reflejo del pasado de Adonis, añadiendo capas de complejidad a su historia y evitando el cliché del villano unidimensional.
Michael B. Jordan y el futuro de la saga
Aunque Creed 4 ha sido pospuesta debido a que Jordan dirigirá el remake de The Thomas Crown Affair, el hecho de que siga en desarrollo activo tras el éxito de la tercera entrega es una señal clara de que el estudio confía plenamente en la franquicia.