Para Disney, que ha visto cómo algunas de sus versiones en imagen real funcionaban muy bien en años anteriores, esto es un duro golpe. No estamos ante un El Rey León o La Bella y la Bestia. Esto se parece más a la fría recepción que tuvo Pinocho o incluso Peter Pan & Wendy, que terminaron diluyéndose en el catálogo de Disney+.
Pero el problema no es solo de Blancanieves. El arranque de 2025 está siendo una travesía por el desierto para Hollywood. Salvo Capitán América: Brave New World, que ha logrado superar los 100 millones de dólares (y por los pelos), ningún estreno ha reventado la taquilla ni ha cruzado la barrera psicológica de los 100 millones en su debut. Ni uno solo.
Y ojo, que lo de Blancanieves podría quedarse en anécdota si el próximo fin de semana lo confirma. Las previsiones apuntan a que tendrá una caída del 50-60%, lo que abriría la puerta para que Jason Statham, sí, Jason Statham, le arrebate el primer puesto con su nueva peli de acción: A Working Man. Se estima que este thriller pueda rozar los 22 millones, lo justo para arrebatarle la corona a la princesa.
En el caso de Blancanieves, también se ha notado que sus dos protagonistas, Rachel Zegler y Gal Gadot, no han conseguido ganarse al público como se esperaba. Las declaraciones de Zegler durante la campaña promocional, mezcladas con ciertas tensiones por temas de actualidad, han generado más ruido que hype. Y ese ruido, por muy viral que sea, no se traduce en entradas vendidas.
Así que sí, Blancanieves lidera la taquilla, pero lo hace en un trono bastante polvoriento, sin aplausos ni ovaciones. Más bien, como única ocupante de un castillo en ruinas, donde nadie quiere quedarse demasiado tiempo.