El esperado remake en acción real se estrella en taquilla tras años de controversias y un gasto millonario en su producción
Ni el poder del nombre Disney ni el carisma de sus protagonistas han podido evitarlo: Blancanieves ha comenzado su andadura con un desastroso estreno. Con apenas 42,2 millones de dólares en Norteamérica y 86,1 millones a nivel mundial, la nueva versión del clásico animado se queda muy por debajo de las previsiones, que apuntaban a una apertura global de al menos 100 millones.
Y lo peor no es eso. El verdadero mazazo llega al comparar esa cifra con su presupuesto: nada menos que 370 millones de dólares, de los cuales 270 se fueron en producción y otros 100 en marketing. Con estos números, Blancanieves no solo no pinta bien, sino que está ya marcada como uno de los mayores fracasos de Disney.
Fracaso en taquilla de Blancanieves
¿Cómo se llegó a semejante gasto? Pues es un combo explosivo: protocolos COVID, huelgas de guionistas y actores en 2023, un incendio en el set y, sobre todo, reshoots masivos derivados de las polémicas que rodearon a la película desde su rodaje. Disney intentó calmar las aguas regrabando escenas tras filtraciones de guion y fotos del set que generaron rechazo en redes… pero ni con esas.
Según fuentes de The Hollywood Reporter, el objetivo mínimo para no perder dinero era alcanzar los 500 millones de recaudación global. Sin embargo, las estimaciones más optimistas hablan ahora de entre 300 y 400 millones. A todas luces, insuficiente. Para colmo, la recepción del público ha sido tibia. La película ha obtenido un B+ en CinemaScore, la peor valoración de una adaptación live-action de Disney hasta la fecha. Esto indica que incluso quienes sí han ido al cine han salido algo decepcionados.
El caso recuerda un poco a lo que ocurrió con Mufasa: El Rey León, que arrancó flojo en 2023 con solo 35,4 millones en su primer fin de semana… pero acabó superando los 700 millones. Sin embargo, el clima alrededor de Blancanieves es más tóxico, y los expertos descartan que repita ese milagro navideño.
Rachel Zegler, entre Disney, Palestina y Donald Trump
Uno de los factores más repetidos en titulares es el nombre de Rachel Zegler, protagonista del film. Desde hace tiempo, su relación con Disney ha sido, digamos… complicada. Según Variety, la actriz publicó en X (antes Twitter) un mensaje de “Free Palestine” justo al lanzar el tráiler de la peli en la D23. Y eso no sentó nada bien en la Casa del Ratón.
Disney activó alarmas: el productor Marc Platt voló hasta Nueva York para hablar con Zegler, pero ella se mantuvo firme y no borró el mensaje. Poco después, llegaron amenazas de muerte a Gal Gadot, lo que obligó a reforzar la seguridad de la actriz israelí. Aunque no hubo mal rollo entre ellas, el vínculo de Zegler con Disney se resintió a niveles irreparables.
La situación se agravó cuando, ya inmersa en plena promoción de la película, Zegler lanzó otro post, esta vez criticando abiertamente a Donald Trump. Disney, harto de que la actriz convirtiese cada rueda de prensa en un campo de minas mediático, le asignó un “gurú de redes sociales” para filtrar sus publicaciones.
Curiosamente, a pesar de tanto ruido online, la polémica no generó un boicot claro. Un estudio de la firma EnTelligence reveló que, aunque normalmente el 63 % de las entradas para películas familiares se venden en estados azules (progresistas), en este caso Snow White tuvo un 40 % de ventas en estados rojos (conservadores), un pequeño incremento. Así que el odio a Zegler no fue tan masivo como parecía.
Lo que sí parece claro es que, para muchos en la industria, este proyecto estaba destinado a ser un éxito arrollador. Y eso es justo lo que más escuece. “No puedes gastar 270 millones en una película así y conformarte con una apertura de 50 millones. Las cuentas no salen”, decía un ejecutivo de un estudio rival en declaraciones recogidas por THR.
¿Qué ha fallado realmente?
Quizás el problema es más profundo que una actriz con opiniones firmes o unas cuantas fotos polémicas. Jeff Bock, analista de taquilla, lo resume así: “Dicen que toda publicidad es buena… pero con Snow White, se equivocaron de lleno. Demasiada controversia durante años, malas críticas, y el resultado es el que es: una cinta que muchos ya prefieren ver directamente en Disney+”.
Por ahora, Blancanieves sigue en cartelera, pero el futuro pinta tan oscuro como el bosque encantado. Y Disney tendrá que pensarse dos veces sus próximos pasos si no quiere seguir perdiendo el rumbo de sus remakes en acción real.
