La serie de Prime Video reescribe uno de los peores momentos del cómic original de Invencible… y lo convierte en oro superheroico
Atom Eve brilla por fin con luz propia
Los cómics de Invencible, escritos por Robert Kirkman, tienen muchos puntos fuertes. Pero el trato a Eve, especialmente en su enfrentamiento con Conquest, no era uno de ellos. En las viñetas, este momento es poco más que un triste cliché: ella intenta salvar a Mark, pone un escudo, el villano lo revienta en un segundo y le atraviesa el torso. Literalmente. Y todo para que Mark se enfade y luche mejor. Vamos, el típico “ella sufre para que él brille”.
En cambio, en la serie, el equipo liderado por Kirkman y animado por Amazon ha decidido que esa narrativa no tenía cabida en el 2025. La Eve que vemos en pantalla no es un adorno romántico ni una víctima útil: es una diosa molecular en modo furia. Se pone el traje, descompone materia, manipula densidad del aire, convierte sólidos en agua y planta cara a uno de los villanos más temibles de todo el universo Viltrumita.
Y aunque no gana, lo que hace en ese combate es mucho más de lo que cualquier otro héroe terrestre ha conseguido jamás. Ella no solo se enfrenta a Conquest: le demuestra a toda la audiencia que ha dejado de ser secundaria.
De interés romántico a protagonista con autonomía
El combate contra Conquest es la culminación de todo ese desarrollo. No es solo una escena de acción espectacular, que lo es. Es una declaración de intenciones: Eve no está aquí para que Mark tenga algo que perder, está para luchar, decidir, resistir y seguir adelante. Aunque duela. Aunque pierda. Aunque le atraviesen el torso de nuevo.
Y es que, en esta versión, hasta ese momento de debilidad se siente distinto. No es la típica damisela en apuros: es una heroína que da todo lo que tiene, sin miedo.
Una evolución que marca la diferencia en el género
No todo ha sido perfecto. A veces la trama aún coquetea con hacer de Eve una sombra de Mark. Pero, a diferencia de los cómics, la serie se esfuerza por construir a Eve como una figura autónoma, que no necesita del protagonista masculino para existir. Y en un género tan plagado de estereotipos y roles machistas, eso ya es decir mucho.
Invencible no solo nos ha mostrado un mundo en el que los superhéroes sangran, sufren y se equivocan. También nos ha enseñado que los personajes femeninos no tienen por qué ser relegados a víctimas o novias trágicas. Pueden ser protagonistas, luchadoras, científicas, líderes. Pueden tener una voz y una historia propias.
El combate que cambió la historia
No es casualidad que este rediseño ocurra justo en uno de los momentos más icónicos del cómic. El enfrentamiento con Conquest era, para muchos, un símbolo de todo lo malo que Invencible podía llegar a ser. Ahora se ha convertido en el ejemplo de todo lo que puede ser cuando se hace bien.