El estudio detiene uno de sus proyectos más esperados tras el fracaso de Blancanieves
Rapunzel vuelve a subir su melena a la torre, y esta vez no por voluntad propia.
El esperado remake en acción real de Enredados (Tangled), la película animada de 2010 que reimaginó el clásico cuento de los Hermanos Grimm, ha sido detenido indefinidamente por Disney. Aunque el proyecto contaba con un equipo de peso —el director de The Greatest Showman, Michael Gracey, y la guionista Jennifer Kaytin Robinson (Thor: Love and Thunder, Do Revenge)—, la decisión ha sorprendido a fans y expertos del sector.
El estado del remake en acción real de Enredados
¿El motivo? El batacazo de Blancanieves. La última adaptación en acción real del estudio no solo fue vapuleada por la crítica, sino también ignorada por gran parte del público. Con un presupuesto desorbitado de 270 millones de dólares (inflado por las huelgas de 2023), apenas ha recaudado 69 millones en EE. UU. y 145 millones a nivel mundial. Una cifra muy lejana de lo esperado para una marca como Disney. Y eso sin contar las polémicas que la rodearon desde el principio: críticas a decisiones creativas, elecciones de casting que no convencieron a todos, y declaraciones de su protagonista, Rachel Zegler, que incendiaron las redes.

El revés ha sido tal que en Disney se están replanteando toda su estrategia con los remakes. Según fuentes cercanas al estudio, Enredados ha sido “pausada”, sin garantías de que el proyecto vuelva a retomarse. Quizás lo haga con un nuevo enfoque, o quizás se quede en ese limbo donde ya reposan otras ideas que no llegaron a ver la luz.
De éxito asegurado a fórmula desgastada
Desde principios de los 2010, Disney ha apostado fuerte por las versiones en carne y hueso de sus clásicos. Algunas funcionaron de maravilla —como La Bella y la Bestia, Aladdín o El Rey León—, mientras que otras pasaron más desapercibidas, como Dumbo o Peter y el dragón. En los últimos tiempos, la balanza parece inclinarse más hacia los fracasos o, como mínimo, hacia resultados tibios. Por ejemplo, La sirenita se quedó en unos discretos 570 millones de dólares, y Mufasa: The Lion King arrancó flojo con 35 millones en EE. UU., aunque finalmente repuntó globalmente con más de 700 millones.
El problema es que cada nuevo remake parece poner a prueba la paciencia del público, que no siempre encuentra motivos para ilusionarse con una historia que ya conoce. Y Enredados, con su estética muy ligada al mundo de la animación digital, podría haber tenido más dificultades que otras para trasladarse con éxito a la imagen real.

Esperanza en Stitch y Moana
Aunque Enredados se haya detenido, Disney no abandona del todo la fórmula de los remakes. En los próximos 15 meses veremos si la magia aún tiene tirón. El primero en llegar será Lilo & Stitch, que aterriza en cines el 23 de mayo. Y lo hace con fuerza: su tráiler se convirtió en el segundo más visto en la historia de los live-action de Disney, y el spot del Super Bowl con Stitch “invadiendo” el campo arrasó con más de 173 millones de visualizaciones en 24 horas.
Después llegará Vaiana (en 2026), que se apoya en el éxito abrumador de la película original en Disney+: más de 1.400 millones de horas de visionado, o lo que es lo mismo, 735 millones de reproducciones. Además, su secuela animada, Moana 2, arrasó el año pasado con 1.000 millones de recaudación y fue la tercera película más taquillera de 2024.

La pausa de Enredados también coincide con una reestructuración interna en Disney. En febrero, Daria Cercek fue nombrada jefa de producciones teatrales en acción real, respondiendo directamente a David Greenbaum, nuevo presidente de Disney Live Action. Greenbaum reemplazó a Sean Bailey, uno de los principales impulsores de la estrategia de remakes. Con este nuevo liderazgo, es probable que veamos una reorientación hacia títulos con más potencial o una vuelta a ideas originales.
¿Y ahora qué pasa con Rapunzel?
Los fans se quedan, de momento, sin la versión real de Rapunzel, una de las princesas Disney más queridas de la última década. Su historia de rebeldía, autodescubrimiento y romance con el pícaro Flynn Rider había calado hondo, y muchos esperaban con ilusión ver cómo se trasladaba esa química al mundo real.
Sin embargo, no todo está perdido. Como ocurre con muchas producciones de Hollywood, una “pausa” no siempre es sinónimo de cancelación. Puede que el proyecto retome el vuelo en unos años, con otra visión o con un enfoque más arriesgado. Pero por ahora, la melena de Rapunzel se guarda en un cajón… y habrá que esperar para ver si vuelve a desenredarse.