Vamos, que no tendremos que esperar media película para ver al Hombre de Acero con el traje puesto. Desde el minuto uno, el caos está servido.
Una pareja en pleno punto de inflexión
El enfoque de Gunn no solo es diferente en el plano narrativo, sino también emocional. Lois y Clark llevan saliendo unos tres meses, pero no todo son fuegos artificiales. “Se están haciendo preguntas sobre su relación”, contó Brosnahan. “No saben si ha sido solo una aventura increíble o si realmente puede durar. Tienen visiones del mundo totalmente opuestas y eso provoca roces entre ellos. Es una forma muy divertida de entrar en una historia conocida”.
Y aunque Brosnahan y David Corenswet (quien da vida a Clark Kent) ya mostraron química durante las pruebas de casting, el verdadero reto llegó con el primer día de rodaje. “Mi primera escena fue una secuencia de ¡10 páginas! con David. Justo la misma que usamos en la audición. La grabamos durante dos días. Eso marcó una base para nosotros y para los personajes que mantuvimos el resto del rodaje”, confesó.
Vamos, que Superman no ha arrancado con una persecución ni con una explosión… sino con un diálogo intenso. Muy en la línea Gunn: personajes primero, luego las capas y los rayos láser.
“Ahora siento que puedo decir un poco más, porque James lo soltó todo en CinemaCon”, admitió entre risas. “David y yo llevábamos semanas mordiéndonos la lengua”.
Con el corazón puesto en los personajes y sin necesidad de contarlo todo desde cero, James Gunn parece decidido a modernizar al Hombre de Acero sin traicionar lo que lo hace grande. ¿Será este el renacer definitivo de DC Studios?