El legendario director, Quentin Tarantino, pone en pausa su carrera cinematográfica para disfrutar de su papel más importante: ser padre
El director se toma un respiro
El director destacó que no quiere embarcarse en su último “gran viaje” mientras sus hijos son demasiado jóvenes para recordarlo. Según él, prefiere esperar a que su hijo tenga al menos seis años, de manera que pueda comprender y recordar la experiencia. “Mi hija ya es una genio, así que lo entenderá perfectamente”, añadió con una mezcla de orgullo y humor.
Quentin Tarantino y su pausa creativa
Aunque Tarantino no está trabajando activamente en un largometraje, no ha abandonado la creatividad. Actualmente, el director está escribiendo una obra de teatro, proyecto que lo tiene entusiasmado y que podría convertirse en su próximo gran éxito. Incluso, el cineasta insinuó que esta obra podría transformarse en su última película si logra conquistar al público: “Si es un fiasco, probablemente no lo adaptaré. Pero si es un éxito arrollador, podría convertirse en mi último filme”.
Esta revelación sugiere que, aunque Tarantino ha frenado el ritmo, sigue explorando nuevas formas de contar historias. Es un recordatorio de que su pasión por el arte no se ha apagado, solo está tomando un camino diferente por ahora.
Un adiós aplazado
Esta decisión no sorprende del todo, ya que el cineasta siempre ha sido meticuloso al elegir sus proyectos. Cada uno de sus trabajos lleva su sello inconfundible, y el hecho de que considere adaptar una obra de teatro a la gran pantalla refleja su deseo de cerrar su filmografía con algo que realmente le apasione.
El legado de un genio del cine
Con títulos icónicos como Kill Bill, Jackie Brown y Once Upon a Time in Hollywood, Tarantino ha dejado una huella imborrable en la historia del cine. Sus diálogos afilados, personajes memorables y narrativas únicas lo han convertido en un referente indiscutible para generaciones de cinéfilos y creadores.
¿Qué podemos esperar de su última película?
Por ahora, los seguidores del director tendrán que contentarse con saber que la espera valdrá la pena. Como él mismo dijo: “No tengo prisa por empezar la producción”.